Los estudiantes de un colegio de Australia pueden leer lo que quieran durante 20 minutos al día.
Los estudiantes de Secundaria del colegio Queenwood tienen 20 minutos al día para leer lo que quieran. Una propuesta que surgió cuando su directora detectó que los alumnos, aunque decían que les gustaba mucho leer, dejaban de hacerlo.
Elizabeth Stone realizó un sondeo en el que detectó que los alumnos tienen buenos recuerdos de sus prácticas de lectura, especialmente de las de Primaria. A pesar de ello, entre el 30 y el 40% deja de leer a partir de los 15 años. Stone también identificó que casi un tercio de las niñas de entre 7 y 9 años lee por placer menos de una vez a la semana.
Estos descubrimientos le provocaron cierta «sensación de urgencia» para intentar detener este declive lector. Así es como decidió que todos los alumnos dispusieran de 20 minutos al día para leer lo que quisieran.
La única condición es que lean ficción. Nada de lecturas obligatorias, novelas gráficas, revistas, etc.
Para Stone, la lectura de ficción resulta clave para ampliar el vocabulario de los estudiantes y su conocimiento del mundo. Además, animar a los alumnos a tomarse un descanso del estudio para leer por placer también puede ser muy bueno para su bienestar personal.
La intención de Stone es hacer un seguimiento de esta actividad durante, al menos, dos años y ver cuáles son los resultados. La profesora de educación Margaret Merga, de la Universidad Edith Cowan, también realizará un seguimiento de esta iniciativa en el marco del proyecto de un investigación que está siendo financiado por una subvención de la Asociación de Escuelas Independientes.
Si la actividad da frutos, se consolidará como una propuesta de costo cero para mejorar la alfabetización y el aprendizaje en todas las áreas del plan de estudios de la escuela. En un contexto en el que la falta de fomento de lectura en casa o en la escuela ha supuesto una pérdida de responsabilidad al respecto. Así, se pretende lograr una mayor participación de docentes y familias para que la lectura sea una actividad cotidiana y continuada. Y, con ello, contribuir al desarrollo de habilidades de alfabetización y mayor motivación para leer.
Fuente: The Sidney Morning Herald.
Imagen de Luisella Planeta Leoni en Pixabay.