La lectura y la escritura son actividades complementarias. A menudo, nos centramos en resaltar los beneficios de la primera. Hoy revisáremos algunas razones de peso para coger un bolígrafo o ponerse al teclado a diario.
Hoy día casi todo el mundo practica la escritura a diario. La Red y los dispositivos móviles han fomentado esta actividad notablemente. Hoy compartimos con vosotros algunas razones de peso para practicar esta actividad a diario.
En primer lugar, la escritura ayuda a estructurar y concretar pensamientos. Este hecho tiene diferentes beneficios asociados. Por una parte, ayuda a mejorar la comunicación. Tener la ideas claras aporta seguridad y genera un mayor nivel de efectividad en la comunicación con los demás.
Por otra parte, la escritura ayuda a organizarse y alcanzar metas. Poner un objetivo por escrito contribuye a materializarlo. Y cuando se habla de escritura creativa, se plantea como necesario estructurar el texto, llevar archivos de personajes y escenarios para poder capaz de hilvanar acontecimientos a lo largo de la narración…
La escritura también refuerza la adquisición y la consolidación de conocimientos. Por ejemplo, a través de la toma de notas durante los procesos de aprendizaje. Pero también en la práctica de la escritura creativa, a la que están asociados procesos de documentación sobre el tema que se quiere tratar; la tipología y los rasgos de los personajes que se están creando…
La lectura puede ayudarnos a relajarnos y a afrontar situaciones difíciles, así como a socializar.
La escritura fomenta las relaciones sociales. Especialmente a través de la Red. A través de los posts, los tweets… los usuarios de las diferentes redes sociales conocen gente nueva con sus mismos gustos e intereses. Y si se están dando los primeros pasos como escritor, esta afición lleva (como otras) a conocer personas con la misma inquietud creativa.
Además, la escritura es una actividad relajante. Al escribir, la respiración se ralentiza y el corazón baja sus pulsaciones, al tiempo que se ponen en marcha áreas del cerebro relacionadas con la memoria y la reflexión. De hecho, puede ayudar a afrontar situaciones difíciles. Tal y como informa Lecturalia, hay un estudio que demuestra que personas despedidas que dedicaron un tiempo diario a escribir, tardaron mucho menos tiempo en conseguir un nuevo trabajo que las que no lo hicieron; y, además, sufrieron menos problemas derivados de la situación (depresión, dependencia…).
¿Qué os parece? ¿Queréis compartir con nosotros los beneficios que os ha proporcionado la práctica de la escritura?