Algunas claves para realizar una lectura profunda de un contenido en soporte digital.
A propósito de una colaboración en el programa de radio «Planeta Biblioteca» de Julio Alonso Arévalo, hace unos días hablábamos en este espacio de las implicaciones de la práctica de la lectura digital en el aprendizaje de niños y jóvenes. Hoy compartimos algunas estrategias para realizar una lectura profunda en soporte digital.
Regular la experiencia de lectura digital y familiarizarse con el texto digital de manera significativa.
El primer paso sería regular la experiencia de lectura no lineal que brinda el entorno digital. Es interesante poder ampliar la información sobre un tema a través de un hipervínculo o varios. Si bien la lectura fragmentada puede derivar en un nivel de comprensión menor. De ahí la importancia del autocontrol para mantener la atención enfocada en el contenido que se quiere procesar.
Un segundo paso es familiarizarse con el texto digital de manera significativa. Así, siguiendo lo comentado anteriormente, esto significa interrumpir el patrón de lectura fragmentada que promueve este entorno y realizar actividades de descomposición de un texto complejo, búsqueda de ideas clave, organización de contenidos.
Una vez realizados estos procedimientos, resulta recomendable exponer los aspectos fundamentales de forma oral y reflexionar sobre ellos. Estas estrategias son familiares para los mediadores porque habituales para promover la comprensión y el análisis de textos escritos. Así, la idea sería transferir estos procesos al espacio digital y promover su aplicación en este contexto utilizando las funcionalidades que brindan las herramientas para la lectura digital.
Ejemplo de aplicación en el entorno escolar.
En un entorno escolar, por ejemplo, estas tareas se pueden realizar en parejas o en grupo. Así, se propone realizar una lectura de un texto y resaltar las ideas clave, por ejemplo, con colores. Al hacer esto, los alumnos y alumnas tendrán que discutir por qué creen que esos contenidos son los más importantes.
Después, de forma individual, pueden elaborar un encabezado para esa parte del texto en función de las ideas principales que hayan resaltado. Y votar para llegar a un consenso sobre la mejor representación de las ideas principales.
Cuando los estudiantes realizan esta práctica, empiezan a interiorizarla y comienzan a buscar la idea principal de cada párrafo mientras leen. Y, una vez que pueden identificar la idea principal de una lectura, la siguiente tarea es comprender el flujo de las ideas y conectar conceptos. Así, poco a poco aprenden a disminuir la velocidad de lectura para buscar las ideas principales de un texto y darle sentido.
Fuente: KQED.
Imagen de Juraj Varga en Pixabay.