Desde hoy, Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil, ofrezco a todas las editoriales de LIJ quince minutos de conversación sobre el futuro de su sector.
Se acaba el día, no cualquier día. Hoy, como sabéis todos los que os acercáis a este modesto espacio de difusión de información, es el Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil. Una celebración que este año ha sido la más atípica de su historia. Pero no quiero cerrar la tapa de mi portátil sin dedicarle quince minutos, bueno, quizá alguno más a aportar mi pequeño grano de arena al sector de la LIJ en este día especial.
No voy a entrar en la hecatombe que la crisis del COVID-19 va a provocar en el sector. Muchos grandes colegas de profesión han compartido impresiones, datos e ideas, estos días. Sí que voy me voy a atrever a decir que para el sector de la LIJ la crisis va a ser particularmente aguda. En los últimos años, las cifras de facturación de los libros para niños y jóvenes no han decepcionado. Y son pocos los profesionales de este sector que han visto el interés a desarrollar líneas de negocio digitales, la única opción viable en estos momentos. Y, temiblemente, en un futuro próximo. Especialmente, si tenemos en cuenta que se prevé un nuevo brote de COVID-19 en otoño.
La transformación digital del sector editorial infantil y juvenil tiene mucho recorrido por delante. Y la realidad más inmediata se ha convertido en el empujón que muchas editoras y editores de LIJ necesitaban. Así, muchos están empezando a dar sus primeros pasos en la apertura a nuevos modelos de negocio digitales.
Tal es la inquietud que son muchas las llamadas que he recibido estos días en relación con este tema. Llevo más de quince años en el sector de la la literatura infantil y juvenil y la promoción de la lectura. Y más de cinco especializándome en el impacto de la tecnología en la práctica de la lectura en la infancia y la adolescencia y en la edición para público infantil y juvenil. Trabajando en nuevas fórmulas para promover el interés y el gusto por la lectura de niños y jóvenes. Y me gustaría, en las circunstancias en las que nos encontramos, agradecer la confianza al sector con mi tiempo, uno de mis valores más preciados.
Así, todas las editoras y editores de LIJ que estén interesados en abrirse camino en estos momentos, pueden contactar conmigo para mantener una conversación en la que pueda compartir los conocimientos adquiridos en este tiempo. Es lo menos que puedo hacer cuando tantas y tantas editoriales de LIJ de este país son editoriales amigas del sello Mejor en verde…, el proyecto con el que, precisamente, celebraba tal día como hoy en 2019. Lo dicho, si queréis, contactad conmigo para reservar vuestros «quince minutos» 😉