La inversión en contenido educativo y de audio de TikTok da cuenta del crecimiento exponencial que está experimentando esta red.
Esta herramienta se ha hecho famosa por los vídeos cortos en los que adolescentes protagonizan escenas divertidas. Pero, como es habitual en los casos de éxito, TikTok poco a poco, se abre a nuevos contenidos de todo tipo. Desde tutoriales a recomendaciones de libros. Tal es el giro o la apertura de esta app que ha invertido 15 millones de euros en contenido educativo en formato corto en Europa. Y lo ha presentado a través del lanzamiento oficial de #LearnOnTikTok.
El hashtag lo crearon originalmente los usuarios de la app. Fue a principios de este año cuando lo usaron para agrupar vídeos que enseñaban nuevas habilidades y conocimientos. Desde lecciones de cocina a información sobre efemérides o historia de la ciencia. La idea de TikTok es que funcione como una especie de concesión que estimule la creación de más contenido educativo por parte de los usuarios.
Parte del fondo se destinará a celebridades de distintos ámbitos que compartirán consejos de todo tipo vinculados a su actividad. El resto se destinará a organizaciones de renombre, así como a profesionales expertos en una gran variedad de campos. Se espera que, poco a poco, haya cientos de educadores, tutores y organizaciones sin fines de lucro que creen contenido para #LearnOnTikTok.
Este no es el único paso de esta red para abrirse a otros tipos de contenido. Su empresa matriz, ByteDance, quiere dar el salto a los audiolibros.
Por el momento, sólo en China y bajo una nueva marca específica denominada Fanqie Chang Tin. Se trata de una plataforma de audio en formato largo con una biblioteca de audiolibros y obras dramatizadas. Como curiosidad, gran parte del contenido estará narrado por una inteligencia artificial, en lugar de voces humanas.
Muy interesante este movimiento de TikTok para abrir su mercado a nuevos contenidos que se alejan de los simpáticos y paródicos vídeos de los adolescentes. Habrá que seguirle la pista.
Fuente: DigiDay.
Imagen de Kon Karampelas en Unsplash.
