En todas las escuelas mixtas hay una brecha entre chicos y chicas de rendimiento en lectura. Descubre cómo reducir esta brecha a continuación.
La brecha de rendimiento en lectura entre chicos y chicas puede ser un problema a la hora de desarrollar su potencial. Sobre esto trata el último informe del estudio TALIS-PISA, Positive, High-achieving Students? What Schools and Teachers Can Do. En él se analizan los factores de los docentes y de los centros que podrían ser decisivos para reducir la diferencia en el rendimiento en lectura entre ambos géneros. Descubre cómo reducir esta brecha a continuación.
Debido a los estereotipos de género, chicos y chicas suelen crecer y socializar de diferente manera. Por esta causa, suelen desarrollar diferentes intereses, aspiraciones y actitudes ante el aprendizaje. Tales estereotipos también se dan en la escuela, entre alumnos y profesores. Esto puede llevar a desigualdades en los resultados de la enseñanza. También explicaría por qué las chicas suelen tener un mejor rendimiento en lectura que ellos.
Cuando hay problemas disciplinarios en la clase, los chicos parecen verse más afectados que ellas. Quizá por el deterioro de las condiciones de aprendizaje, ya que estarían expuestos a una mayor presión por sus compañeros que las chicas.
En general, los chicos parecen ser menos capaces que las chicas de centrase en sus tareas cuando hay problemas disciplinarios en el centro educativo.
Además, puede darse el caso de que la lectura sea más atractiva para las chicas si las prácticas en las clases favorecen, de forma consciente o inconsciente, las capacidades verbales y comunicativas. La razón es que estas capacidades maduran antes en las chicas que en los chicos. Como resultado, las chicas pueden leer más y desarrollar mejores capacidades lectoras. Por el contrario, los chicos pierden el interés en leer y se vuelven más indisciplinados.
Ellos tienen más probabilidades de tener un rendimiento en lectura igual de bueno (o incluso mejor) que sus compañeras con una cultura de evaluación del alumnado y del docente. Cuanto mayor sea la frecuencia con la que los docentes evalúan a sus estudiantes mediante la aplicación de su propia prueba, menor es la diferencia del rendimiento en lectura.
Los resultados del estudio señalan que los chicos se benefician más de una evaluación regular, les permite autocontrolarse mejor y centrarse en sus tareas. Se ha demostrado que dar la oportunidad a los docentes para que reflexionen sobre su práctica educativa y encuentren maneras para ayudar al alumnado con resultados medios y bajos, entre los que se encuentran los chicos en lectura, ayuda a superar las desigualdades de género.
El informe finaliza sugiriendo que los centros infundan una cultura de evaluación tanto para estudiantes como para docentes. Esto podría ayudar a reducir la brecha de rendimiento en lectura entre chicos y chicas.
Fuente: Ministerio de Educación y Formación Profesional.
Imagen: RODNAE Productions para Pexels.