Los días 23, 24 y 25 de noviembre de 2022 se celebra en Oviedo el XXIII Congreso Internacional de la SEDLL.
En el planteamiento de este XXIII Congreso se llama la atención sobre cómo Unión Europea (UE) viene advirtiendo que el ideal de ciudadanía europea del futuro inmediato se ha de caracterizar por el dominio de la lengua local, de la lengua estatal y de, al menos, una o dos lenguas extranjeras. De acuerdo con lo anterior, el currículo español en las etapas no universitarias incluye la enseñanza-aprendizaje de, en su caso, la lengua propia de la comunidad, del castellano o español y de una o más lenguas extranjeras.
Así, el bloque lingüístico-literario es al que más peso se le concede en los planteamientos curriculares de carácter institucional. No obstante, nuestra tradición didáctica aún no ha conseguido traspasar los límites de una concepción “compartimentada” de la formación lingüística. Frente a tal concepción, la UE promueve la necesidad de una “formación lingüística integral” y no de 3 o más formaciones lingüísticas “aisladas”.
Lo que subyace es la idea de Colaboración-coordinación-optimización de recursos, metodología, planificación, evaluación… entre las áreas lingüístico-literarias.
En primer lugar, se propone el empleo de materiales curriculares y no curriculares similares. En segundo término, se trabajan los contenidos con una metodología básicamente común o complementaria. Y la estructura de las unidades didácticas y su duración es homologable. Finalmente, los procedimientos de evaluación se comparten. Todo ello, lógicamente, en una dinámica de diálogo, negociación y búsqueda de soluciones didácticas compartidas por todo el profesorado del centro educativo.
Tal dinámica lleva implícita la idea de innovación en los procesos de enseñanza-aprendizaje de las áreas lingüístico-literarias. Se puede decir, profundizando en lo anterior, dos cosas de las innovaciones, para que sean realmente eficaces. Primero, no pueden ser impuestas institucionalmente por la administración educativa. Segundo, no pueden ser asumidas individualmente por el profesorado. La innovación requiere, por el contrario, la existencia de equipos colaborativos de docentes que actúan a partir de un liderazgo pedagógico que solo el centro educativo puede dimensionar y llevar a cabo de manera eficaz.
Es aquí, precisamente, cuando cobra pleno sentido la idea de los proyectos de centro: Proyecto Lingüístico de Centro (PLC), Plan Lector de Centro (PLEC), Programación del Actividades Abiertas a la Comunidad (PAAC), etc.
Con respecto al PLC, parece pertinente resaltar su importancia para optimizar la formación lingüística del alumnado. Y para mejorar sus actitudes lingüísticas y fomentar una verdadera educación intercultural. Por lo que hace referencia al PLEC, es indispensable la implicación de todo el profesorado, sea o no de Lengua castellana y Literatura, para mejorar el hábito lector del alumnado. Y para contribuir a su educación literaria desde los primeros niveles de la Educación Primaria. Finalmente, la PAAC implica que el centro educativo se proyecta hacia su entorno sociocultural promoviendo actividades sociales significativas de carácter lingüístico-literario. Y contando, a su vez, con las posibilidades formativas que el propio medio hace posible.
Sobre estas y otras ideas se debatirá en Oviedo los días 23, 24 y 25 de noviembre de 2022 en el XXIII Congreso Internacional de la SEDLL. En el marco de este evento habrá una mesa redonda sobre los límites de los recursos tecnológicos en la educación lingüístico-literaria. Contará con Cristina Novoa, Asesora técnica de Bibliotecas Escolares en Galicia, e Inés Miret, Codirectora del Laboratorio Emilia. También participará la consultora Elisa Yuste. Coordina la mesa Rosa Piquín Cancio, de la Universidad de Oviedo.
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