Un estudio revela que nuestras capacidades lectoras y matemáticas tienen una base genética común, altamente heredable.
Nuestra “debilidad” por las investigaciones en torno a la lectura nos lleva hoy a hablar de una que pone de manifiesto la relación genética de ésta con las matemáticas. La iniciativa ha sido liderada por la Universidad de Oxford, el University College de Londres y el King’s College de Londres, y sus resultados han sido publicados en la revista Nature Communications el pasado mes de julio.
En la investigación participaron tres mil pares genéticos de gemelos de doce años. Se buscó utilizar diversos tipos de variantes de ADN en el genoma para estimar los parecidos y las diferencias genéticos; y se midieron sus capacidades cognitivas a través de pruebas de comprensión y fluidez lectora, y de ejercicios matemáticos.
Las habilidades cognitivas varían en función los componentes genéticos. Y los resultados de la investigación revelaron que las capacidades lectoras y matemáticas tienen una base genética común, altamente heredable. La mitad de los genes influye en la capacidad de lectura de los niños, y ésta tiene una directa incidencia en el rendimiento matemático.
Como ya hemos visto, estas cualidades inciden en el nivel socioeconómico, por lo que los resultados de este tipo de estudios pueden ser de enorme utilidad para definir estrategias que ayuden a niños y niñas a mejorarlas y aumentar su potencial. El trabajo con la lectura en el entorno familiar, en el entorno académico y en entornos de educación no formal resulta clave para complementar nuestra herencia genética.
Podéis leer el artículo completo en este enlace.