Reseña de la obra Rita, la lagartija, una lectura enriquecida de Irene Blasco Grau, desarrollada por Divertap, que ha sido objeto de numerosos reconocimientos, entre los que destaca el Bologna Ragazzi Digital Award en 2013.
Rita, la lagartija es una lectura enriquecida por Irene Blasco Grau, autora del álbum homónimo (publicado por Tàndem Edicions en 2006), y Ajubel, desarrollada por Divertap, que se distribuye en forma de aplicación a través de la Apple Store. La propuesta gira en torno a dos temas: la identidad y la amistad.
Rita, la lagartija cuenta la historia de una lagartija que se cree un camaleón y se comporta como tal, pensando que pasa desapercibida. El resto de animales no parece darle importancia a esta excentricidad hasta que Rita decide que no es un camaleón sino una tortuga. Este hecho alerta a sus amigos que trazan un plan para que Rita vea quién es de verdad.
En el conjunto, la propuesta estética destaca muy por encima del texto. Con un estilo muy pictórico, la autora hace todo un ejercicio con el color y las texturas. Los textos están rimados, lo que aporta ritmo a la narración y se presta a la lectura en voz alta.
En esta versión digital, además, tanto la imagen como el texto cobran vida. Este último con la locución de la propia autora, y las ilustraciones por las propuestas de interacción incorporadas, más de 250. Estas opciones interactivas, si bien son muy amplias y variadas, son lo que menos nos ha convencido del desarrollo.
Además de acompañar a los textos y las ilustraciones, constituyen un juego. Cada escena incorpora un contador que va desvelando al lector cuántas sorpresas ha descubierto (algunas nos han resultado imposibles). Esta propuesta de gamificación, en nuestra opinión, puede dispersar en la lectura. De escena en escena, es fácil que el lector se deje llevar por el juego, perdiendo el hilo de la historia.
Siempre subrayamos las posibilidades que ofrece el entorno digital para la incorporación de este tipo de contenidos, pero hay que hilar fino si se quiere enriquecer la lectura y no complicarla innecesariamente. La interacción tiene que dialogar con el texto y la imagen, no arrollarlos.
La música de Francis García Tejedor acompaña bien a esta historia, que se puede disfrutar de forma guiada o más autónoma, en inglés y en chino, además de en castellano. La aplicación incorpora la opción de grabación para los lectores que quieran poner su propia voz a la historia.
La obra ha recibido el Bologna Ragazzi Digital Award en 2013, entre otros reconocimientos. Además de web oficial, cuenta con página en Facebook, perfil en Twitter, presencia en Pinterest, y un apptráiler que reproducimos a continuación. Hay, por otra parte, una aplicación de juegos y todo tipo de merchandising en torno a ella.
