Las familias ya están calentando motores para la vuelta al cole. Entre las principales recomendaciones de los expertos, la lectura compartida. Razón, aquí.
Septiembre supone, en general, una vuelta a la rutina: el trabajo, el deporte, las clases de inglés… En las familias con hijos en edad escolar se suman los preparativos para el comienzo de curso, para el que muchas ya están calentado motores. A los libros y resto de material escolar, los uniformes (cuando procede), se recomienda sumar la práctica de la lectura. El objetivo: estimular la capacidad mental de los niños y prepararlos para la adquisición de aprendizajes académicos.
En general, las experiencias de aprendizaje en el hogar, como leer, conversar, dibujar u otras actividades educativas realizadas en familia, desarrollan la atención y la adquisición de competencias básicas, y pueden contribuir a un mejor desenvolvimiento de los niños y niñas en el ámbito escolar. De forma específica, la lectura en el hogar está fuertemente asociada con la activación de aquellas áreas cerebrales que impulsan el procesamiento semántico, y que son críticas para el procesamiento del lenguaje oral y la comprensión lectora, aspectos clave en la adquisición de nuevos aprendizajes.
Por ello, a los que estéis calentando motores para la vuelta al cole os sugerimos que busquéis tiempos y lugares para la lectura (no sólo para los libros, también para las canciones, las películas, las apps), si es posible, a diario, cualquier excusa es buena para leer; que hagáis de la lectura algo accesible, con un espacio para la biblioteca familiar, y divertido; que compartáis lecturas en familia. Diez minutos de lectura compartida al día son más efectivos que las clases extraescolares o de refuerzo para apoyar la educación de los niños.