Hoy reseñamos la app ¡Ya apaga esa tableta!, la sorprendente e interesante propuesta de los mexicanos Ochogallos que invita a sus usuarios a sumergirse en el mundo real.
Cada día es más frecuente ver a los niños y jóvenes con una tablet en la mano. En casa, en el coche, en bares y restaurantes, incluso en espacios recreativos como los parques. Por una parte, han nacido con ellas y son un elemento omnipresente en su día a día, al que le sacan mucho partido; por otra, son una herramienta que el adulto utiliza en muchos casos para mantenerlos entretenidos. En este contexto surgen muchas dudas y preguntas sobre el tipo de usos de estos dispositivos por parte de los niños y jóvenes, sobre los tiempos de exposición, etc. Mientras el debate está servido, los chavales siguen utilizando sus tablets y aislándose del mundo real, ¿o no?
Poner la tecnología al servicio de nuestra vida y no al revés está en la mente de todos los profesionales que están apostando por crear nuevos contenidos y servicios destacables, prescribir y trabajar propuestas de calidad, etc. Este es el planteamiento de los mexicanos Ochogallos, que desde su página advierten: «La interactividad no consiste en pulsar botones con un dedo, sino en provocar que la mente forme parte de un proceso creador». El equipo de Ochogallos tiene el objetivo de entablar diálogos creativos con los usuarios de sus aplicaciones, y de su mano nos llega la sorprendente e interesante propuesta ¡Ya apaga esa tableta!, una app que invita al usuario sumergirse en el mundo real.
La app, disponible en la Apple Store, presenta cuatro escenarios en los que las tablets suelen estar presentes: un coche, una casa, un restaurante y la calle, con intención de que el usuario seleccione el entorno en el que se encuentra. A partir de ese momento, la aplicación comienza a lanzar propuestas que le invitan a mirar a su alrededor y disfrutar del mundo analógico. La propuesta trae a nuestra memoria de forma inevitable las típicas situaciones de aburrimiento en las que se idean todo tipo de juegos curiosos que no requieren de ningún elemento para su desarrollo: desde vamos a cantar canciones, buscar formas en la nubes, contar anécdotas… Sólo que en este caso, las proposiciones se multiplican y resultan de lo más ingenioso y enriquecedor.
En el coche, calcula la edad de absolutamente todo lo que ves: árboles, cerros, animales, coches…; en casa, con la primera palabra que se te ocurra y el primer objeto que veas inventa una historia; en un restaurante, habla en un idioma nuevo, raro y desconocido; por la calle, eres un espía, observa bien e imagina qué traman las personas a tu alrededor. Son sólo una pequeña muestra de las ciento veinte propuestas que incluye esta aplicación realmente recomendable, que os invitamos a conocer. Una herramienta que puede ayudar a los niños (y los no tan niños) a compaginar su vida analógica y su vida digital de forma creativa, y a los padres y madres a entretener a sus hijos sin necesidad de enchufarlos a una tablet, aunque la tablet esté enchufada.
