Preocupante aumento del abuso de las pantallas en las primeras edades

Preocupante aumento del abuso de las pantallas en las primeras edades

Los resultados de un estudio de la Universidad de Michigan muestran un preocupante aumento del abuso de las pantallas en las primeras edades.

Y una de las razones de este preocupante aumento de la exposición a pantallas de los más pequeños está vinculada con un uso furtivo de los dispositivos. Así es. Los niños y niñas en edad preescolar, llamémoslos nativos digitales, autodidactas digitales o como consideremos oportuno, ven la televisión y juegan con diferentes dispositivos digitales a hurtadillas.

He de reconocer que esta noticia, sumada a los datos que voy a compartir a continuación, me ha dejado realmente sorprendida. Que los niños están cada vez más expuestos a las pantallas es obvio. Que muchas veces no cuentan con el acompañamiento del adulto es palpable. Y que, en ocasiones, superan los límites recomendados de tiempo de exposición también. Y sobre todo ello hemos reflexionado este espacio en numerosas ocasiones. Pero la realidad del acceso a pantallas de muchos pequeños resulta apabullante.

Según este informe elaborado por investigadores de la Universidad de Michigan, el 19% de los niños tienen televisión en su habitación. Un 17% dispone de dos televisores en su habitación. Más del 23% tiene también DVD / VCR. Y un 9% tiene algún dispositivo digital para el juego a su alcance directo. Así, el estudio muestra cómo los niños de edades comprendidas entre los 2 y los 5 años utilizan las pantallas el doble de tiempo del recomendado. Y parte de ese tiempo lo hacen a escondidas de los adultos.

Consecuencias directas del abuso de las pantallas en las primeras edades.

La investigación muestra cómo muchos niños y niñas fueron sorprendidos utilizando pantallas cuando debían estar durmiendo. Una cifra que ha experimentado un preocupante aumento en los últimos años. Así, estos niños duermen menos por la noche. Una falta de sueño que complementan con siestas más largas. Pero, independientemente del cómputo todo de horas de sueño, sus ritmos de sueño se ven alterados. Y estas interrupciones del proceso de consolidación del sueño pueden influir negativamente en su desarrollo.

La falta de sueño se vincula, en muchos casos, con problemas como la obesidad, la depresión y la ansiedad. También puede estar asociada con un menor rendimiento escolar. Incluso, con comportamientos sociales negativos, como la agresividad hacia los demás. Por supuesto, a los problemas de sueño se pueden sumar otros muchos derivados de un mal uso de la tecnología. Y este no es el único estudio en torno a este tema.

El ecosistema de cachivaches digitales en el que están creciendo los niños hace necesario que afrontemos con naturalidad su uso. Entre que disfrutemos de una canción o un cuento en la tablet con los más pequeños o del episodio de una serie en televisión y que pongamos a su alcance todo tipo de dispositivos sin supervisión de ningún tipo hay muchos puntos intermedios. Es clave fomentar la creación de hábitos saludables en relación con el uso de dispositivos digitales para que se conviertan en aliados del aprendizaje desde las primeras edades. Si no, mal vamos.

 

Fuente: Universidad de Michigan.

 

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