Hoy reseñamos un informe de Walter García-Fontes sobre los efectos de los hábitos de lectura familiares sobre los resultados académicos.
No es la primera vez que se habla de los efectos de la implicación familiar en los logros académicos de los hijos. Es un factor estadísticamente significativo. Y uno de los mecanismos fundamentales a través de los cuales opera es la influencia sobre sus hábitos de lectura.
En otras palabras, los hábitos de lectura son uno de los factores clave en los resultados académicos. Los lectores habituales se desempeñan consistentemente mejor en la mayoría de las materias.
Este artículo de Walter García-Fontes ofrece una evidencia empírica sobre la relación entre los hábitos de lectura de los padres y los resultados académicos de lectura de sus hijos.
Y los resultados de esta investigación parecen confirmar que los padres tienen un efecto positivo sobre los resultados académicos de sus hijos más como modelo de rol, que por las actividades concretas que realizan.
En otro términos, no se trata tanto de lo que los padres hacen, sino de lo que los padres representan para sus hijos en cuanto a modelo de rol. Y en relación con este segundo aspecto, es mucho más importante cómo son los padres que sus actitudes. Y, a su vez, son cruciales sus antecedentes educativos y socio‐culturales.
En definitiva, existe un efecto significativo y positivo de las actividades de lectura sobre el rendimiento escolar. Y este efecto es robusto cuando se controla por los antecedentes educativos de los padres. En términos medios, un alumno puede avanzar unos diez puntos porcentuales respecto al percentil de otro con padres no lectores.
Una nueva evidencia de la importancia del papel de la lectura en el hogar.
Podéis acceder al informe completo a través de este enlace.
Fuente: Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
