Los niños y niñas son una fuente inagotable de preguntas. Hasta ahora, los padres y madres han tenido la exclusiva para responder a sus cuestiones sobre temas de adultos o sobre los grandes misterios de la infancia. Ahora, dispositivos como Alexa entran en casa con la capacidad de sustituir a los progenitores en estas lides. Y estos últimos no tendrán que preocuparse de que les desvelen, por ejemplo, la verdad sobre Papá Noel.
Pero, ¿cómo puede Alexa determinar si un niño o niña está mentalmente preparado para descubrir que Papá Noel no es necesariamente real o blanco? Pues bien, para ello, Amazon está actualizando constantemente el modo infantil FreeTime de Alexa. De tal forma que responda a preguntas NSFK (Not safe/suitable for kids) de una manera determinada. Y «proteja» a los niños de ciertas verdades desagradables. Así, cuando le preguntan si Papá Noel existe, Alexa les responde que «comprueben si las galletas que se le han puesto siguen allí la mañana de Navidad». También alienta a los menores a hablar con educación a través de su Función «Palabra mágica».
Amazon afirma que su objetivo no es sustituir a los progenitores a la hora de dar respuesta a estas cuestiones. Si no, más bien, dirigir a los niños hacia ellos cuando las planteen. Pero, ¿debe Alexa engañar activamente a los niños? ¿por qué tiene que ser Amazon quién decida si un niño o niña está listo o no para obtener ciertas respuestas? Además, ¿qué pasará a largo plazo? ¿cómo van a confiar los niños en la tecnología si les miente a la cara? Por otra parte, las respuestas de Amazon podrían confundirlos sobre la naturaleza de «Alexa»: ¿es un robot o una persona? ¿una enciclopedia o una niñera? Muchas preguntas y todavía pocas respuestas a una realidad que cada día es más palpable.
Fuente: Slate.
Imagen de www.quotecatalog.com.