Los datos parecen poco alentadores respecto a los formatos digitales pero la pregunta que nos hacemos, independientemente de estos datos, es: ¿leemos o no leemos en digital?
A lo largo de los meses de recorrido de este espacio, nos hemos ido haciendo eco de los diferentes datos proporcionados por encuestas, informes, estudios… respecto a la lectura digital en España. Estos no parecen muy alentadores para este formato, que no acaba de despegar del todo en lo que a índices lectores y a producción editorial se refiere.
En el último informe publicado hasta la fecha, Sociedad de la Información en España 2014 de la Fundación Telefónica, los resultados seguían la estela ya marcada, y destacaban cómo la lectura se resistía a la digitalización, en contraposición a otras actividades en las que se muestra una evidente predilección por su desarrollo en el entorno digital. En los datos arrojados por este informe pudimos ver una preferencia por el formato tradicional (67,8%), muy evidente en los jóvenes, y la constatación de que aquellos que leemos libros en soporte digital no renunciamos al papel y solemos mantener ambos formatos.
El Estudio 3047 del Centro de Investigaciones Sociológicas también ofrecía hace unas semanas resultados en esta línea, con una identificación de sólo un 11,1% lectores digitales (28,2% en el caso de los periódicos y 8,5% en el caso de las revistas). Pero, al margen de que nos guste más el papel y de que nos declaremos o no lectores digitales, nuestra pregunta es: ¿leemos en digital o no leemos en digital? Para intentar darle una respuesta, vamos a recuperar más datos.
La iniciativa Digital Consumer Survey 2014 de Accenture afirmaba rotundamente hace unos meses que «Somos digitales«; y situaba a España está a la cabeza a nivel global en uso de múltiples dispositivos, adopción de nuevas tecnologías y consumo de contenidos audiovisuales. Según el citado informe del CIS, el 77,9% de los españoles manifiesta conectarse a diario a Internet (un 12% de 3 a 5 días / semana; un 6,2% 1-2 días / semana; y un 3,8% algunas veces al mes o de manera ocasional); y un 46,9% manifiesta leer textos largos a diario en Internet (un 20,7% una o dos veces por semana, lo que nos situaría en un 67,6% de lectores frecuentes).
Estas cifras se corresponden con las vertidas en el último informe publicado por We are social, Digital, Social & Mobile in 2015, donde se identificaba a un total de 35,7 millones de usuarios de Internet, que se traduce en una penetración de Internet en la población del 77% (siete puntos por encima de la media europea); y una media de dedicación diaria de 3 horitas y 58 minutejos desde PC o portátil y de 1 horita y 51 minujetos desde dispositivos móviles.
Por tanto, con estos datos, ¿puede alguien afirmar que no leemos en digital en España? Poder, puede, pero permítanos dudarlo. La desbordante proliferación de contenidos en la Red ha motivado su consumo masivo. Pocas personas pasan un día sin «buscar algo en Internet» y consumir esa información. El hecho cierto es que esa información cada vez es más audiovisual y es fácil que un lector de este tipo de contenidos no asocie su consumo a la actividad lectora, por lo que su consciencia de lector digital queda empañada. Pero leemos en digital, eso que nadie lo dude.