Un estudio aporta nuevas pruebas en relación con el aprendizaje de la lectoescritura desde edades tempranas.
Más del 80% de los adolescentes cuenta con un estilo cognitivo preferentemente visual. Sin embargo, son muy escasas las iniciativas pedagógicas que tienen en cuenta el dibujo y la imagen en el proceso de aprendizaje de los escolares. El interés que puede tener este tipo de métodos puede verse reforzado por los resultados de este estudio. Un informe que aporta nuevas pruebas en relación con el aprendizaje de la lectoescritura desde edades tempranas.
Según este documento, los niños y niñas de tres años ya empiezan a reconocer y seguir reglas y patrones clave que rigen cómo las letras se unen para formar palabras. En otras palabras, comienzan a aprender sobre las estadísticas del lenguaje escrito. Por ejemplo, qué letras aparecen a menudo juntas y qué letras aparecen juntas con menos frecuencia. Y, todo ello, antes de aprender cómo éstas representan los sonidos de una lengua. Un hecho que puede ser clave en el aprendizaje de la lectoescritura.
Muchos estudios han examinado las ortografías inventadas por los niños. Y su mejora a medida que crecen. Pero ninguno ha planteado si éstas mejoran incluso antes de que puedan producir ortografías que representen los sonidos en palabras. Pues bien, este estudio las ha encontrado durante este período. Y las ortografías se volvieron más parecidas a palabras en los años preescolares en un grupo de niños que aún no usaban letras para representar los sonidos.
Los hallazgos son importantes. La exposición a palabras escritas durante el rango de edad de 3 a 5 años puede ser importante para que los niños y niñas tengan un buen comienzo con sus habilidades de lectura, escritura y ortografía. En el estudio participaron 179 niños y niñas norteamericanos con edades comprendidas entre los 3 y los 5 años.
Fuente: The Source.