¿Puede la lectura ayudarnos a quemar calorías? Pues sí, aunque pudiera no parecerlo. En este post te hablamos de ello.
Septiembre es, al igual que enero, un mes de vuelta a las rutinas saludables. El deporte está entre ellas y es uno de nuestros aliados para eliminar los excesos del verano. Para consuelo de los que sientan pereza a la hora de apuntarse a un gimnasio o salir a correr, y prefieran quedarse en casa leyendo, diremos que la práctica de la lectura también ayuda a quemar calorías.
Así, hace unos años Blackie Books nos dio respuesta a esta curiosa pregunta a través del primer volumen de su afamado Cuaderno (una suerte de Vacaciones Santillana para adultos nostálgicos): ¿Cuántas calorías se consumen leyendo En busca del tiempo perdido de Proust? Pues nada más y nada menos que unas 6776 calorías, lo que equivaldría a unas trece horas corriendo. La lectura de Los miserables de Victor Hugo equivale a unas horas y media de running. La de El Quijote de Cervantes a cuatro. Y la de Desayuno con diamantes de Truman Capote a treinta y ocho minutos de deporte.
Estas cifras no son muy científicas. Y pueden variar considerablemente en función de las postura, las horas de lectura, incluso, del peso del lector, etc. Pero bien es cierto que está comprobado que las actividades mentales tienen un gasto calórico. Así después de terminar una tarea mentalmente agotadora, como presentar un examen o terminar un proyecto, muchas veces nos sentimos como si hubiésemos corrido un maratón. Nuestro cerebro está cansado, lo que a menudo causa que nuestro cuerpo se sienta cansado.
Este tipo de actividades contribuye quemar de calorías. Y aunque no son las suficientes como para ayudarnos en una pérdida de peso, la próxima vez que nos acabemos un libro de unas doscientas, trescientas páginas, pensemos que, más o menos, acabamos de correr unas cinco horas.
Fuente: Librópatas.
Me da cierta curiosidad saber si a esta actividad le puedo ver una efectividad en la quema de calorías cuando sólo estoy consumiendo 200 calorias diarias?
Hola, María, gracias por tu interés. Puedes consultar el informe completo en el enlace recogido en el artículo 🙂