Un informe del National Literacy Trust pone en evidencia que regalar libros puede cambiar notablemente los resultados en lectura de niños y jóvenes.
Regalar libros es una recomendación muy presente cuando se habla de promover la lectura en entornos familiares. Las razones son varias. Cuando alguien cercano le regala un libro a un niño está poniendo en valor el objeto. Pero también la lectura en general. Además, le ayuda a ampliar su biblioteca. Y favorece su práctica y, por ende, el desarrollo de sus habilidades lectoras.
Este tipo de acción está también presente en muchos programas de promoción de la lectura que se desarrollan en otros contextos. Es una realidad que muchos niños y niñas no disponen de libros en sus hogares. Proporcionales libros puede ayudar notablemente a mejorar su gusto por la lectura y sus competencias lectoras. Ejemplo de ello son muchos de los programas del reputado National Literacy Trust.
Según datos de esta entidad, uno de cada once niños y jóvenes (9,4%) no tiene un libro en casa. Una cifra que se sitúa en uno de cada ocho (13,1%) en el caso de los niños y jóvenes que viven de entornos desfavorecidos. En este contexto, además, han identificado que los niños y jóvenes que tienen libros tienen quince veces más posibilidades de leer por encima del nivel esperado para su edad que los que no disponen de libros. 28.8% frente a 1.9%. Y cuatro veces menos posibilidades de leer por debajo del nivel esperado para su edad. 12.9% frente a 48.1%.
Si tenemos en cuenta estos datos cobran más fuerza iniciativas como #KidsNeedBooks, de la que os hablábamos hace unos días. Una propuesta que ha pasado de ser un acto espontáneo y puntual de generosidad a convertirse en un movimiento masivo de promoción de la lectura.
Fuente: National Literacy Trust.