El soporte no es el clave en relación con los niños y la lectura. La clave es la lectura compartida.
Hace unos días compartíamos los resultados de un informe en el que se evidenciaba una ventaja en la adquisición de habilidades lingüísticas en los niños y niñas que disfrutan de la lectura compartida. Independientemente del soporte en el que se realice esta práctica. Por ello, son buenas noticias los resultados del último informe de Scholastic, Kids & Family Reading Report. En ellos se evidencia que la lectura compartida en familia ha crecido notablemente en los últimos años en EE. UU.
El porcentaje de padres y madres que leen a sus hijos hasta la edad de cinco años ha aumentado en más del 50% desde el informe de 2014. Así se sitúa en el 43% de las familias norteamericanas. El 77%, además, afirma que comenzaron a leerle a sus hijos antes de su primer cumpleaños. Desafortunadamente, el informe también da cuenta de la caída drástica de este porcentaje a partir de los seis años de edad. A pesar de la evidencia de que los niños de esa edad y mayores todavía se benefician de la lectura compartida en familia. De los vínculos afectivos, entre otras cosas.
Fuentes: Good e-Reader, Publishing Perspectives.
La lectura compartida en España.
En España, según el último barómetro de hábitos de lectura y compra de libros, en tres de cada cuatro hogares con menores de seis años se lee a estos niños. El 75,4% de los padres consultados afirmaron que ellos o alguien de la familia lee a sus hijos. La media de lectura dedicada a la semana llega a 2 horas y 36 minutos. Comparado con el año anterior, estas cifras descienden (82,7% y 3 horas y 9 minutos en 2017). Lo mismo sucede con la lectura entre los niños entre los seis y los nueve años. El 85,2% de los niños leen libros no de texto (85,5% en 2017). Y dedican una media semanal de 3 horas y 7 minutos (4 horas y 1 minuto en 2017).