Todo apunta a que sube el volumen de los audiolibros para niños y jóvenes, tanto en cantidad como en calidad.
El mercado español no ha sido tradicionalmente muy proclive al consumo de contenidos en formato audio, a excepción de la música, claro está. No obstante, en los últimos tiempos se observa un claro punto de inflexión. En gran parte, debido al alto grado de implantación de los dispositivos móviles, especialmente teléfonos y tabletas. Este desarrollo de la conectividad móvil ha supuesto, sin duda, un gran espaldarazo al formato audio. Además ha impulsado la generación de un mayor número de publicaciones en este formato. Así como la diversidad de sus contenidos, tanto de ficción como de no ficción. Veamos cómo sube este formato…
El acceso a las historias y a otro tipo de contenidos a través de su escucha por medio de audiolibros o podcast, ciertamente, se adapta como un guante al cambio en la forma en la que gran parte de la población española accede a los contenidos digitales. Una cuestión esta, en la que cualquier dispositivo móvil sube en puntos como vía de acceso a informaciones y lecturas. Especialmente, en el sector adolescente y joven. Esta es, claramente, ventaja y factor clave del creciente éxito de los formatos de audio.
El proceso de despegue y constante crecimiento del formato audio lo corroboran diversos informes.
Este proceso de despegue y constante crecimiento lo corroboran de forma palpable informes de muy diversa índole. Es el caso del Barómetro Hábitos de Lectura y Compra de Libros en España. En él las cifras refrendan el afianzamiento de la aceptación por parte del público de este tipo de obras. Así, en los últimos datos nos hablan de que un 5,4% de la población española escuchó audiolibros al menos una vez al trimestre en 2022. Además, este porcentaje sube a sus cotas más altas entre los menores de 35 años.
Resulta muy interesante constatar la coincidencia que en dicho informe se refleja entre el tramo con mayor población lectora y la franja de edad en la que se registra la mayor proporción de usuarios de audiolibros. En ambos casos, se sitúa entre los 14 y los 24 años, lo que supone el 74,2% de la población.
Los audiolibros, entre otros formatos de audio, registran un notable avance entre la población más joven.
De esta manera, se revalida la constante en estos sondeos de que es entre la población infantil y juvenil en la que se registran los índices de lectura más elevados en nuestro país. Así, los mayores porcentajes de lectores frecuentes del total de la población española se dan entre chicos y chicas de edades que van de los 10 a los 14 años y entre los 15 y 18. Franja en la que, por otra parte, el último barómetro registra un significativo incremento de 11,8 puntos a lo largo de los últimos diez años.
No es de extrañar, por tanto, que también los audiolibros y otros formatos de audio registren un notable avance entre la población más joven. En efecto, son muchas las fuentes que ratifican la tendencia de crecimiento. Tanto cuantitativo como cualitativo, de la oferta y de la demanda de los contenidos infantiles en formato audio (podcasts, audiolibros, audiodramas infantiles, etc.). Como se plantea en un reciente artículo de Dosdoce: «Varios estudios ya indican que el consumo de contenidos infantiles -especialmente los contenidos de 3 a 10 años- será una de las categorías que más crezca en la industria del audio en español en los próximos tres años.»
¿Cómo se comporta el audiolibro en el ámbito de la edición infantil y juvenil?
Es palpable que en las producciones destinadas a niños y jóvenes la oferta actual de audiolibros ha ido más allá de los tradicionales audios con narraciones de cuentos. Así, en la actualidad, el formato audio destinado a estos públicos explora nuevos territorios. De manera sucinta, podríamos caracterizar el panorama de los materiales de audio editados actualmente en España para niños y jóvenes con un boceto de trazo grueso en tres pinceladas:
- La importante presencia y significación que en este formato tienen las novelas gráficas y el manga, en particular. Este último, un género de obras que ha ejercido un gran empuje en este subsector.
- La variedad temática que ofrecen el conjunto de obras producidas y disponibles en el mercado. Entre los temas más populares de los audiolibros que actualmente componen la oferta de este tipo de obras no faltan las historias de humor. También se abordan los temas vinculados a las ciencias naturales y sociales. Y los contenidos centrados en el tiempo libre y de ocio.
- La presentación de títulos seriados es una tendencia que se consolida. Los índices de ventas de audiolibros confirman mayores cuotas en las historias que conforman series. Como muestra, un botón, dos de cada tres libros infantiles vendidos en 2021 fueron series.
¿Cuáles son las tendencias observadas? sube tanto la cantidad como la calidad.
Como ya hemos indicado, entre los agentes implicados en el sector se respira optimismo. Y las expectativas resultan muy halagüeñas. En este sentido, el crecimiento del segmento de audiolibros destinados al público infantil y juvenil con el horizonte de 2030 se estima en torno a una expansión de cerca del 30 %, si tomamos como referencia el informe Global Audiobooks Market Size, Share & Trends Analysis Report by Genre, by Preferred Device (Smartphones, Laptops & Tablets, Personal Digital Assistants), by Distribution Channel, by Target Audience, by Region, and Segment Forecasts, 2022-2030.
Pero los cambios no solo se presumen en la esfera de los datos cuantitativos. También en cuanto a la caracterización del sector y de los contenidos producidos y a producir se aprecia dinamismo. Entre las perspectivas de cambio e innovación podemos destacar las tendencias que enunciamos a continuación.
1. Catálogos más variados.
- Frente a una situación actual en la que los contenidos de ficción, y los cuentos para pequeños en particular, suponen el grueso de la oferta, se apuesta por conformar catálogos variados, tanto en tipologías (ficción y no ficción), como en géneros y en contenidos para lectores de diferentes edades.
2. producciones más cuidadas.
- Frente a unas primeras etapas en las que quizás las prisas por componer un catálogo generaron ciertos descuidos estéticos, se aprecia un mayor cuidado y se otorga mayor atención a la producción. Tanto en relación con los contenidos propiamente dichos, la calidad de las narraciones, como del propio diseño y presentación del producto.
3. auge del podcast.
- En el terreno del podcast, hasta ahora muy focalizado en el público adulto, se constata que la categoría infantil y familiar sube al 20% en el número de oyentes desde 2019. Este crecimiento y las expectativas que genera despierta interés por el formato podcast en las productoras. Y fomenta las adaptaciones a podcast de programas infantiles de éxito.
4. ampliación del alcance.
- Los audiolibros y podcast tienen una buena implantación en el ámbito familiar; en viajes y tiempos de lectura compartidos. Pero también crece su presencia en el ámbito escolar y en las bibliotecas. Espacios en los que se valoran sus aportaciones en relación al refuerzo de la comprensión lectora, la inclusividad o la respuesta a las necesidades especiales en materia de lectoescritura.
5. Nuevos modelos de negocio.
- En cuanto a la forma de acceso a estos materiales, gran parte se disfrutan a través de servicios de suscripción. Otras veces, van asociados a materiales de lectura en formato impreso. Pero claramente se percibe un notable incremento tanto en las suscripciones de pago como en el acceso a estos materiales a través de plataformas de préstamo digital, públicas o implantadas en el ámbito escolar. Como ejemplo, en eBiblio en 2022 se registraron 243.1000 préstamos de audiolibros, el 10% del total de los préstamos, lo que supuso un incremento del 45% respecto al año anterior.
La producción de e-readers se abren a los formatos en audio: el ejemplo de pocketbook.
También en el terreno de los dispositivos electrónicos se mueve pieza para no dejar fuera el formato audio. Y ofrecer a los usuarios de estos dispositivos una mejor experiencia de lectura. En este caso, a través de la escucha, para disfrutar al máximo con los audiolibros. No hay que olvidar que “el e-reader (12,9%) y la tablet (10,3%) siguen siendo los dispositivos más utilizados. Y la lectura en teléfono móvil continua su tendencia creciente, pasando en 2021 de un 7,3% a un 8,3% en 2022”, según datos del ya citado Barómetro Hábitos de Lectura y Compra de Libros en España de 2022.
Entre el público infantil y juvenil, no son, quizás, los e-readers los dispositivos de preferencia. Por lo que son muy convenientes los avances que en ellos se registran de cara a poder conectar mejor con este tipo de público. Y, por otra parte, de dar cabida a todo tipo de contenidos y formatos. Entre estas apuestas de evolución, tanto en la mejora de la escucha de audiolibros como en la lectura de otras categorías de obras como los álbumes, cómics o libros ilustrados, está el caso de PocketBook. Su catálogo de modelos compatibles con archivos de audio sube en número considerablemente.
Buenos tiempos para el audio… En especial vemos cómo sube el contenido para niños y jóvenes.
Como hemos visto, en términos generales, soplan vientos favorables para el audio, respecto a la producción y al acceso a contenidos diversos a través de este formato. Las tendencias parece que también apuntan a una consolidación, diversificación y progreso en relación a los contenidos particularmente dirigidos al público infantil y juvenil.
Si bien, se nos antoja que este acercamiento a los niños y niñas, adolescentes y jóvenes podría verse favorecido si, por ejemplo, en el terreno de la ficción en la oferta de audiolibros en España estuvieran presentes autores/as y títulos clave de la creación contemporánea. Así como obras de reconocida calidad de la literaria infantil y juvenil española escritas en las distintas lenguas del estado. A ver si sube en este sentido la producción.
Por otra parte, hay una cuestión que indudablemente requiere atención. Y es la de la propia accesibilidad de estos materiales. Resulta crucial que esta oferta en crecimiento sea fácilmente localizable por las personas interesadas en los audiolibros, los mediadores y los propios niños y jóvenes. Para ello, sería necesario facilitar, por un lado, el descubrimiento de las obras que componen la oferta, y, por otro, su identificación. No hay que olvidar que para el lector infantil y juvenil la portada es el gran reclamo. Y que tanto para los lectores como para madres y padres, personal bibliotecario y docente, así como otro tipo de agentes promotores de la lectura, resulta crucial reforzar la descripción de este tipo de obras con metadatos que contengan buena sinopsis, indicación de los temas tratados, etc.