La mejor manera de enseñar a los niños y niñas y la más efectiva es promoviendo el aprendizaje activo y utilizando metodologías lúdicas. Quest to Learn (Q2L) es un proyecto educativo basado en el juego que ha sido implementado en una escuela de Nueva York, en el que los estudiantes aprenden los contenidos curriculares de todas las materias a través de videojuegos.
La fundadora y directora ejecutiva de Q2L, Katie Salen, sostiene que ya que los videojuegos son una parte importante en la vida de los estudiantes, su implementación en escuelas es un punto de inspiración y de motivación para ellos.
Este sistema educativo basado en el juego se construye con una serie de estándares. Así, por ejemplo, para impartir clases de matemáticas y de ciencias se utiliza el juego The Way Things Work [Así funcionan las cosas], a través del cual los estudiantes ayudan a un científico loco a abrirse camino a través, por ejemplo, de un cuerpo humano virtual. Según sus promotores, a medida que los estudiantes juegan son capaces de absorber los mismos conocimientos que los que abordan los contenidos a través de un libro de texto, con el añadido de que se lo pasan mejor.
Para el desarrollo, realización e implementación de estos videojuegos, los educadores se reúnen con los desarrolladores de los juegos y los diseñadores del plan de estudios y trabajan en común, identificando dónde están las mayores dificultades a las que se enfrentan los estudiantes a la hora de aprender determinados temas o materias. A partir de ahí, el equipo realiza una lluvia de ideas para encontrar la forma en la que sortear todas estas dificultades mediante el juego.
Esta propuesta no deja de ser inspiradora y, aunque puede que muchos docentes interesados no cuenten con los medios necesarios para iniciar un cambio curricular como el que plantea Q2L, esto no quiere decir que no puedan adoptar fórmulas afines para trabajar con sus estudiantes. En este blog ya hemos hablado de Minecraft y su empleo en el aula, pero existen otros videojuegos como, por ejemplo, Civilization IV que se ha utilizado con alumnos de Secundaria en las clases de historia, o el de The Walking Dead para enseñar ética y favorecer la toma de decisiones.
Ahora bien, aún a riesgo de que suene a perogrullada, los docentes interesados en integrar esta herramienta en su aula deben ser los primeros en ponerse a jugar para poder encontrar esos puntos de encuentro entre el videojuego y su plan de estudios, y justificar su implementación.
