Según un estudio realizado por investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Yale, la lectura puede ayudarnos a vivir más tiempo.
Este verano ha visto la luz un estudio que asocia la práctica de la lectura con vivir más. Y no se refiere a vivir más aventuras, más vidas a través de personajes de ficción, sino más años en un sentido literal. Los resultados de esta investigación se suman a los de otras muchas. Y es que ya hemos visto muchos de los beneficios de la lectura respecto a la salud.
En la investigación han participado 3.635 personas mayores de 50 años. La muestra se ha dividido en tres grupos. Primero, los que leen más de tres horas y media a la semana. Segundo, los que leen un máximo de tres horas y media a la semana. Y, por último, los que no leen. Se han analizado sus pautas de lectura durante doce años. Y se ha determinado que los lectores frecuentes llegan a vivir hasta dos años más que los no lectores.
“La gente que asegura que lee un mínimo de media hora diaria cuenta con una ventaja significativa de supervivencia sobre aquellos que no leen”, afirma Becca R. Levy, de Yale, “y esta ventaja se mantiene después de ajustarla a variables de riqueza, educación, habilidades cognitivas y otras variables”.
Otro aspecto curioso de esta investigación se refiere a la tipología de la lectura. Los resultados de la asociación de la lectura a una mejor esperanza de vida no son los mismos con otros tipos de lectura. La lectura de periódicos y revistas no ofrece resultados tan favorables. Lo que no ha determinado este estudio es si el soporte influye, quizá se analice en estudios posteriores. En cualquier caso, por si fueran pocas, ya tenemos otra razón de peso para leer más, vivir más. A la que suma envejecer con una mejor salud.
Fuente: The New York Times.
